miércoles, 14 de noviembre de 2012

Deep End

Publicado originalmente en el número 106 de New Worlds (1961), "Deep End" reapareció en The voices of time (1962), The terminal beach (1964) y Chronopolis and other stories (1971). La traducción de Carlos Gardini para la edición Minotauro Argentina de Las voces del tiempo (1978) y la española de Playa terminal (1987) se tituló "Ocaso", quizá por lo dificil de dar con una propuesta más literal.
Se trata de un cuento bastante clásico (en el sentido en que "Las voces del tiempo" no es para nada un cuento clásico), que propone un escenario distópico en la línea de la novela La sequía: el ecosistema terrestre fue arruinado, los océanos se secaron (el Atlántico se convierte en un lago salino) y la vida desaparece casi por completo, con la excepción de algunos humanos que sobreviven entre las ruinas de antiguas plataformas de lanzamiento de naves espaciales y... un tiburón descubierto por los protagonistas en el "Lago Atlántico". La trama presenta básicamente ese descubrimiento y la posterior muerte del pobre pez en manos de unos adolescentes.
En realidad, si no fuera por el escenario sobrecogedor, el cuento no sería gran cosa. Se trata, supongo, de ese tipo de cuento menor de Ballard donde el interés está puesto ante todo en el mundo que es delineado, en lo fascinante de las imágenes con las que es construido un paisaje. Y, por supuesto, se trata del proverbial mundo ballardiano, agotado, desolado, el punto más bajo de la caída -y de ahí, cabe leer, el título, que Gardini tradujo con tonos demasiado "poéticos" (o, mejor dicho, poco concretos, poco materiales, demasiado metafóricos) para mi gusto. Quizá hubiese preferido algo más material, más en el estilo de -no es que proponga exactamente esto, pero señala un poco qué línea habría preferido buscar como traductor- "callejón sin salida" o "en el fondo". Esta última opción, de hecho, no me parece para nada descartable.

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