martes, 25 de septiembre de 2012

Prima Belladona

"Prima Belladona" es el primer cuento publicado por Ballard. Apareció originalmente en la revista Science Fantasy, en el número de verano (boreal) de 1956, y fue posteriormente (1971) incluido en el libro Vermillion Sands. La trama es simple: en un balneario decadente -que luego se convertiría en un referente indudable a la hora de hablar de territorios ballardianos- el narrador y protagonista mantiene un vivero de plantas musicales, capaces de generar sonidos armoniosos o incluso composiciones musicales enteras (se habla de plantas Tchaikovsky, por ejemplo). Lo usual, lo cotidiano de estas plantas se da por sentado; es un gesto fundacional interesante que Ballard, ya en su primer trabajo publicado, se aparte deliberadamente de la ciencia ficción de corte más clásico o "duro", desde cuyos códigos hubiese sido necesario aportar asi fuese un mínimo de "explicaciones" que desplazaran la verosimilitud del relato hacia lo plausible de semejantes vegetales. Pero el camino tomado por Ballard es otro: también se habla muy ambiguamente de un "receso" y de un momento en el futuro cercano en que habrá que "volver a trabajar" y a dividir el tiempo de acuerdo a las pautas del mundo que conocemos. En el prólogo a Vermillion Sands leemos:
...desde Gibraltar hasta la playa de Glyfalda, y donde Europa se tiende boca arriba, al sol, todos los veranos. Esa postura es, desde luego, el distintivo de Vermillion Sands y, espero del futuro: no sólo que nadie tiene que trabajar sino que el trabajo es el juego último, y el juego, el trabajo último. (Traducción de Marcial Souto para Ediciones Minotauro, 1993).
Pero este tiempo particular -el tiempo del juego, el tiempo del ocio, el tiempo no pautado por las horas del trabajo, el tiempo no alienado- no puede dejar de tolerar irrupciones. En "Prima Belladona" la rutina prousteana del balneario es interrumpida por Jane Ciracylides, una cantante talentosa que pronto se interesará por las plantas del narrador, en particular por la "Khan-Arachnid", que resulta especialmente importante en la tienda dado que las otras plantas son "afinadas" por los sonidos que provienen de ella. El cuento pasa a elaborar la relación del narrador con Jane, dominada por la certeza del primero de que la mujer "hace trampa", primero en un juego de tablero similar al ajedrez (el i-Go), después en otros asuntos.
"Prima Belladona" interesa especialmente por su unión -fundacional, como ya he dicho- de dos grandes territorios de los primeros cuentos de Ballard: el balneario Vermillion Sands (que daría origen a obras maestras como "Cry Hope, Cry Fury" o "The Cloud Sculptors of Coral-D") y la música. Jane Ciracylides -la primera de una larga serie de mujeres misteriosas, ausentes y obsesionantes-, desde esta perspectiva, puede ser vista como una suerte de antepasada de la Madame Gioconda de "The Sound-Sweep", quizá el primer gran cuento de Ballard.

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